Pues sí, al final, y contra todo pronóstico de los “entendidos en la materia”, la selección de fútbol española ha ganado la Eurocopa 2008.
Pero no voy a hablar del aspecto deportivo de esta competición, mis conocimientos de fútbol son limitados, más bien hoy me permito escribir sobre cómo se puede llegar a manipular un éxito deportivo por parte de grupos pseudos-políticos.
¿Hasta qué punto un deporte ha de ser utilizado para dividir a la sociedad? ¿Hasta qué punto una victoria o una derrota da ocasión para atacar a un colectivo? ¿Por qué se llega a desvirtuar un símbolo nacional, como es una bandera, manipulando el diseño original, dándole un aspecto partidista, intolerante a otras formas de pensar y de sentir la patria?.
Nunca un deporte debería ser utilizado para intereses que no fueran los puramente deportivos. Para los temas políticos ya existen los foros adecuados: el Senado y el Congreso de Diputados. Estos órganos legislativos fueron creados para representar los intereses de todos y cada uno de los habitantes, en este caso, de España. Allí es donde se decide cómo ha de ser el futuro de la nación y no en las canchas.
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