Hoy a las seis de la mañana, me he levantado, ya no podía dormir, el motivo, la tristeza.
Ayer mi hijo mediano, me comunicó que lo sentía mucho pero no iba a asistir a mi cumpleaños, que como el día 23 también es el cumpleaños de su novia que ese fin de semana se iban con los amigos a un hotel.
Me lo dijo con la mirada fría, sin sentimiento, mientras jugaba con la consola.
Durante unos segundos después de oír aquello , lo seguí mirando, me estaba tomando el pelo, pero no, era cierto. No pude articular palabra así que me dí la vuelta y continué haciendo mis quehaceres.
Unas dos horas más tarde, me preguntó que me pasaba, que si estaba enfadada, le dije que no, "mentía".
Mamá podemos celebrarlo el fin de semana antes o dos fines de semana después. No, contesté rotundamente. No me importa celebrarlo el 21 o el 22 (sábado o Domingo),pero mi cumpleaños solo cae en día festivo dos veces de cada cinco años.
La conversación se terminó.
Esta mañana, me ha enviado un correo desde el trabajo.
Mamá, lo sentimos mucho Laura y yo, pero esto a partir de ahora va a pasar mucho, si quieres podemos quedar un día y salir a comer algo y celebramos tu cumpleaños y el de Laura, y no te preocupes que no te faltará tu regalo.
No quiero regalos materiales, mi mejor regalo era pasar ese día con mis hijos,. Ellos desde su nacimiento han sido lo que más he querido, me he sacrificado por ellos más de lo que podéis imaginar, les he dado hasta la última gota de mi amor, ellos han sido siempre lo primero para mi.
Perdonar el discurso, pero lo he hecho para que entendáis que no voy a celebrar mi cumpleaños, que os doy las gracias por todo, pero no quiero felicitaciones, solo quiero que ese día desaparezca del calendario.
Mira por donde la jefa ha ganado.
Y Beto ojalá se apaguen las luces de todo el planeta, para que nadie pueda ver mis lágrimas y maldecir el día que llegué a este mundo.
Un beso a todos
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