El Fonógrafo

STAN el paciente perfecto


Conducía su vehículo cuando sufrió una parada cardíaca. El coche se paró en seco y se dio un fuerte golpe al volante. Los servicios de urgencia acudieron apresuradamente y le sacaron del vehículo para conducirlo a la ambulancia, mientras el paciente parpadeaba y respiraba de manera acelerada. Una vez en la UVI móvil, se le tomó la tensión y apreciaron que tenía la pupilas dilatadas.

Presentaba un sudor frío y se quejaba. Ya en urgencias le tomaron la tensión y las constantes vitales, donde observaron que unas pequeñas secreciones espumosas le salían por la boca. De ahí pasó al quirófano de cirugía cardíaca. Presentaba fracturas costales en la auscultación y no ventilaba por un pulmón. Le pincharon en el neumotórax y, acto seguido, se le aplicó el desfibrilador y se le dio un masaje cardiaco.

También se le suministró un miligramo de adrenalina y se le entubó. Los parámetros iban mejorando y subía la frecuencia cardiaca. Se le colocó un tubo en el tórax y se le tomó de nuevo el pulso.

El paciente ya estaba estabilizado. Su frecuencia cardiaca y su tensión eran normales. Pasó a planta
Los alumnos de medicina contarán con un nuevo paciente para hacer sus prácticas. Es un robot que suda, sangra y hasta vomita.
Suda, sangra y reacciona a más de cien fármacos, pero no es humano sino un simulador de última generación diseñado para que los profesionales sanitarios aprendan y se entrenen en nuevas técnicas. Denominado SimMan 3G y fabricado por Laerdal, el robot presentado hoy a la prensa es de estructura metálica y cuenta con un reservorio que le permite simular todo tipo de secreciones como las lágrimas, la sangre, el sudor o el vómito.
Los mismos síntomas que un ser humano
La máquina tiene respiración espontánea, control de vía aérea, 2.500 variantes de ritmos cardiacos y permite el acceso intraósea en la tibia y el esternón, la inserción de un tubo de drenaje y el control de la tensión arterial. Además reconoce un centenar de fármacos y sus dosis mediante radiofrecuencia. Estas prestaciones hacen de este robot un instrumento que posibilita el estudio de complicaciones cardiovasculares, hemorragias, politraumatismos craneales y cervicales, entre otras dolencias.
Sin cables
Una de las novedades de este prototipo respecto de otros simuladores es que es inalámbrico, una condición que permite utilizarlo en cualquier escenario y no solo en la sala donde se impartan las clases, ha explicado el director gerente de Laerdal España, Jorge Vilaplana. Así, los alumnos que aprendan con él pueden entrenarse en cualquier ámbito como la calle, un quirófano o la ambulancia y la simulación puede realizarse en todo el proceso, desde la primera atención al paciente hasta la estabilización hospitalaria. El SimMan 3G está dotado también de un ordenador de control y de otro que usan los alumnos en el que aparecen las constantes vitales del paciente y que deben de ser controladas.
Una webcam permite al equipo ver las imágenes de toda la intervención y analizar los aciertos y errores que se han cometido. El prototipo empezará a producirse a finales de este año y, de momento su primer cliente español es la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona
la simulación en el aprendizaje aporta seguridad al alumno y al paciente. "Hasta ahora se aprendía en los libros y se practicaba con el paciente, pero ahora la simulación permite practicar antes de entrar en contacto con los enfermos"