El Fonógrafo

Inmigración

La vieja Europa vuelve a incurrir en sus errores de antaño. Vuelve a culpar de todos sus problemas sociales y económicos a los inmigrantes, a la gente proveniente de países que, a veces, ella mismo colonizó y luego dejó en situación precaria.

En el caso concreto de España, el error es doblemente grave. A alguien se le está olvidando que, después de la guerra civil, muchos fueron los españoles que buscaron refugio en la América Latina, donde fueron bien acogidos y pudieron labrarse un futuro.

La palabra “emigrante” esconde siempre detrás de sí una historia dolorosa. A nadie le gusta verse obligado a dejar su país, su gente, para embarcarse en algo desconocido. No es fácil “empezar de nuevo”. Y en lugar de poner tantas trabas, de mostrar un rechazo estúpido, deberíamos ser mejores anfitriones y hacerles sentir que el país al cual llegan es también es el suyo.