
Su nombre en quechua obedece a que a diferencia de las principales montañas, Llullaillaco no tiene un afluente permanente de agua, sólo algunas lagunas intermitentes dependientes de las lluvias y nevazones, situación que en parte obedece a la ubicación. Este macizo, el tercero después de Ojos del Salado y Nevado Tres Cruces, resurge en medio del desierto, en condiciones climáticas extremas, que a simple vista es de total aridez, pero que tiene un frágil ecosistema que se adapta y subsiste, y que lejos de mantenerse restringido puede potenciarse para el turismo.
En este proceso colabora el Batallón de Ingenieros Nº 1 Atacama, dependiente del Regimiento Reforzado Nº 1 Topater de Calama, que en febrero cumplirá dos años a cargo del retiro y destrucción de este peligroso arsenal bélico. A la fecha ya se han liberado en la zona 15 campos minados con la extracción de 9.956 minas, 8.236 antipersonales y 1.720 antitanques, las que estaban instaladas en la zona sur del parque y colindante a éste.