El Fonógrafo

La Luna en venta

La notícia dice así:
"El multimillonario ruso Román Abramóvich ha regalado a su novia, la ex modelo Dasha Zhúkova, una parcela de cien acres (cerca de 40 hectáreas) en la superficie lunar.

El terreno, situado en el hemisferio sur del satélite, puede verse perfectamente desde la Tierra con un telescopio no muy potente, por lo que su propietaria podrá controlar cuando lo desee el estado de sus "propiedades".

Zhúkova, de 27 años, podrá llevar a cabo con su parcela lunar las mismas operaciones como si fuese una de la Tierra, es decir, venderla, dejarla en herencia o regalarla si así lo desea. La parcela se puede ver desde la tierra .

Las inversiones en la Luna están sujetas a la legislación internacional y, según la compañía que se encarga de organizar las mismas, únicamente se requiere garantizar el apoyo económico para la regulación de las actividades en ese satélite.

El Space Settlement Institute (Instituto de Colonización del Espacio) señala que el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1966 no prohíbe a inversores privados poseer propiedades en otros planetas y sus satélites naturales. "


Pero ¿qué demonios se puede hacer con un terrenito en la Luna? pues aunque la notícia dice que ella lo podrá ver desde la Tierra...¿que verá?, ni un solo arbolito creciendo, ni a un par de chimpancés tomando el Sol. Yo no tengo "terrenito", pero si un poco de tierra en unas macetitas donde veo crecer y florecer unas plantas bien bonitas, sin necesidad de telescópio ni nada por el estilo. Y, cuando llueve, de vez en cuando aparece por mi terracita algún caracolito que se da un paseo por ella. Este Abramóvich se creyó muy en serio aquello de que alguien le podia "pedir la Luna" y no dudó en complacer a su novia cuando ella lo hizo. ¡Caramba mujer! haberle pedido al millonario ese algo más positivo y útil: haberle pedido que el dinero lo gastara en favorecer a personas que lo necesitaran. De esta manera habrias conseguido un "terrenito" mucho más importante: el que te hubieran reservado ellos en su corazón.