El Fonógrafo

Libertad

Esta semana que todos hemos recibido con alegría la noticia de la liberación de Ingrid Betancourt de la guerrilla de las FARC , no he podido evitar pensar cuanta gente se encuentra en las mismas condiciones que ella hasta ahora.

¿Cuantas personas más o menos anónimas se hallan en privación de libertad, a causa de guerrillas, bandas mafiosas, por gobiernos que no aceptan la libertad de expresión, o por condenadas injustas?

La libertad creo, es un bien esencial de todos y cada uno, y nunca nadie debería ser privado de ella por motivos no reglamentados en una ley penal justa y democrática. Solo aquellos que atentan contra la vida de las demás personas, los que han causado daño a la sociedad, deberían ser los condenados a penas de prisión, justamente por esto, para que recapaciten por el mal hecho, pero nunca por sus ideas y convicciones políticas.

Y las cárceles, más que un “almacén” de gente, deberían ser un lugar donde quien ingresa se pudiera rehabilitar y ser devuelto a la sociedad como una persona de bien y con posibilidades de iniciar una nueva vida, respetando la de los otros.